Nuestra Gente

Mujer Virtuosa

 

Amalia Macías Limón

 

El ejemplo de una mujer talentosa, su trayectoria y su gran corazón hacia el prójimo.

IZ/ Iris Berenice Temblador.

 

Sus padres Tomas Macías Limón y María de Jesús Limón Hernández, los cuales procrearon a tres hijas entre ellas la Sra. Amalia Macías Limón, nació un 4 de marzo del año de 1943 en Agua Bermeja ranchería perteneciente a la comunidad de San José de las Flores. Lamentablemente a los dos años de edad quedo huérfana, pero sus tías paternas fueron quienes velaron por su bienestar. Fue creciendo la niña y pasando el tiempo comienza sus estudios en la ranchería de Asoliadero la cual se delimita dentro de la comunidad de Matatlán, después incursiono al colegio de Santa Teresita situado en la cabecera municipal en Zapotlanejo. Dentro de las clases que le impartían recibía dibujo artístico, así fue cuando se inicio en este ámbito. Sus primeros dibujos que realizo fueron cáliz, uvas, aves, construcciones como casas, entre otros. Ahí se pudo presenciar la gran habilidad con la que contaba aunando a esto la gran creatividad con la que plasmaba sus creaciones al realizar estos esbozos. Después se trasladaron a la comunidad de San José de las Flores, fue aquí donde finalizo la educación primaria con quien fuera su profesor el Sacerdote José Mejía. Y con el transcurrir de los años fue enamorándose poco a poco más de este bello arte del dibujo y la pintura. A la edad de 16 años tuvo su primera experiencia en este rango al pintar con pinturas de “zapolin” (las cuales eran destinadas hacia otros usos) en un portón de fierro en su casa comenzó a pintar a la Virgen de Guadalupe, sus padres y hermanas quedaron asombrados al percatarse de la gran habilidad de Amalia. El Sacerdote     Godoy noto el gran Don que poseía, entonces él fue quien se encargo de hablar con sus padres para animarlos a que su hija tomara algunos cursos en los cuales obtuviera mas precisión y conociera otros métodos para perfeccionar su destreza. Fue así como nació la preparación de esta jovencita hacia un gran futuro. De inmediato se incorporo a las clases que impartía el profesor Antonio Ramírez Torres en la casa de Cultura de Zapotlanejo, ahí se encontró con un mundo lleno de técnicas las cuales le fueron aprendidas dentro de esa clase, fue cuando tuvo contacto con las técnicas de tinta china, acuarela, oleo, acrílico, principalmente. Al concluir sus estudios en la Casa de Cultura de Zapotlanejo, Amalia se intereso demasiado en este arte, no quedando conforme con todo lo que había aprendido continuo con otros cursos pero ahora más avanzados, llevando de la mano todas las herramienta que se le habían proporcionado. Así pues acudía todos los domingos a la Casa Jalisciense en la ciudad de Guadalajara, durante 6 años obteniendo de esta forma el afinamiento correcto de su destreza. Entonces concluyo estos estudios para posteriormente dedicarse a este ámbito profesional. En su colección tubo más de 100 obras de arte contando entre estos algunos retablos destacando entre ellos el paisajismo y centro de la delegación de San José de las Flores, plasmando también a nuestra Santa María de Jesús Sacramentado, (Una de estas obras se expone dentro de la capilla en la iglesia del Señor San José, situada en esta misma localidad) Vírgenes de Guadalupe, Moisés salvado de las aguas, al sacerdote Ramón Ramos, de igual manera también entre su colección está el Presbítero Emeterio de la Torre, paisajismos de diversos lugares del mundo, entre otros tantos. Cabe mencionar que su familia fue la principal promotora de la construcción de la capillita que se sitúa en su lugar de origen Agua Bermeja. Después de un el lapso de tiempo contrajo nupcias con el Sr. Rafael Gonzales. Tenía una gran vocación humanitaria, enorme disposición hacia el prójimo por esta razón fue catequista ya que se interesaba en la educación cristiana,    realizaba obras benéficas hacia los necesitados desinteresadamente, Fue ministra de la comunión, participo activamente en las actividades de la pastoral, expuso charlas matrimoniales, pre-bautismales, etc. Contribuyendo consecutivamente a la decoración interior del Templo del Señor San José. Lamentablemente ahora de luto se viste el Pueblo de San José de las Flores lloramos la gran pérdida de Amalia Macías Limón al haber fallecido el día 14 de Noviembre del año 2009 a la edad de 66 años. Enviando un sentido pésame a sus familiares.

“Descanse en Paz”


Prototipo de la lucha diaria

IZ/Iris Berenice Temblador

Su nombre es Vicente Jiménez de la Torre, tiene 70 años de edad, es habitante de la comunidad de San José de las Flores. Hombre que lucha de sol a sol con el sudor de su frente. En las mañanas se dirige al monte para cavar y hacer una supervisada selección para recolectar los ricos camotes que por la tarde ofrece a los habitantes de San José.(Ya tiene varios años realizando esta actividad.) Se dedica a vender lo de temporada por las estrechas calles. La gente, especialmente los niños, lo esperan para saborear las exquisitas botanas ya tradicionales de Vicente, cacahuates, camotes del cerro , flores de calabaza , ejotes, elotes, calabaza, etc. Un luchador incansable que enviudo quedando con la responsabilidad de varios hijos. Esforzándose al máximo para darles lo mejor y así gozaran de un futuro óptimo. Ahora sus hijos radican en los Estados Unidos a los que recuerda con lágrimas en los ojos. Entre otras de las tantas actividades que realiza, está cantar y tocar la guitarra a lo cual es muy aficionado. Año tras año participa en la celebración del día 11 de Diciembre que se festeja aquí en San José realizándole a la Virgen de Guadalupe la serenata, entonándole unas cuantas melodías en su día. En tanto su forma de ser lo puedo describir como un hombre alegre, sincero, humilde, y muy trabajador.   Un personaje popular de esta comunidad.  

 

 

 

 

  

Un ejemplo de vida

+Doña Petronila Rodríguez Valdivia

 

Doña Nila una mujer audaz, valerosa con gran tenacidad y sobre todo aferrada a la vida.

IZ/Iris Berenice Temblador Andrade

 

En esta edición quiero compartir con ustedes la vida de una mujer admirable, hablo de la Señora Petronila Rodríguez Valdivia, o como la llamamos de cariño “Doña Nila”. Nacida en Vicercio, ranchería que pertenece a la delegación de San José de las Flores, el día 31 de enero del año 1907. Hija de los señores Estanislado Rodríguez González y Antonia Valdivia Aceves.

Doña Nila tuvo siete hermanos el primero de ellos fue Lorenzo, después María en tercer lugar Teodoro, enseguida Bonifacia, doña Nila ocupaba el 5 lugar, luego nació Soledad y finalmente florentino.( Cabe señalar que esta familia ha sido muy longeva.) Lamentablemente ella quedo huérfana al fallecer su madre de pulmonía cuando solo tenía 10 años de edad. Pasó el tiempo y a la edad de 17 años contrajo nupcias con el        Sr. Pedro Macías Dávalos, para ese entonces ya vivía en otra ranchería de San José de las Flores llamada Agua Bermeja. En ese sitio radicaron por varios años, ahí vivió la experiencia maternal e inicio las responsabilidades ya como madre de familia. Procrearon a 14 hijos: Benito, Venustiano, Rosendo, Ma. Guadalupe, Paula, Rosario, Enrique, Merced, Luisa, Carmen, Venustiano, Jesús, Manuel y Ramón. ( De ellos actualmente sobreviven siete) . Doña Petronila inicio a fumar desde los diez años de edad y a la fecha sigue fumando cigarro de hoja que ella misma elabora. Cuando era pequeña le gustaba demasiado visitar a su abuela paterna, Petra González. Comenta que pasaba momentos muy gratos en compañía de su abuela, se acuerda que tenía un molino con una rueda muy grande, usualmente su abuela elaboraba panela e iba al arrollo a lavar los chiquigüites. Le gustaba visitarla también porque tenía muchos árboles frutales y ella degustaba las frutas. En una ocasión mientras se estaba bañando en el rio tranquilamente, apareció un chan muy grande, por detrás de la cerca, cuando lo percibió se echo a correr gritando muy asustada. A Doña Nila la caracteriza principalmente esa alegría que transmite con aquella emotividad, llevando consigo un muy buen humor. Cuando se sostiene una charla con ella, nos podemos percatar de la experiencia tan trascendental que ha obtenido a lo largo de sus ya 102 años de edad. Para la comunidad representa un gran orgullo tener su presencia y saber que mas allá de eso ha sido una mujer que ha luchado incansablemente por su familia. Remontándonos a unos cuantos años atrás en la línea del tiempo sabemos que la vida era más difícil, nos comenta que se levantaba a las cuatro de la mañana para iniciar con sus labores; como moler en el metate, tortear, hacer de almorzar, barrer y todo lo que implica el quehacer domestico. Frecuentemente tenía que trasladarse a varios kilómetros del lugar donde vivía para dirigirse a una presa, llevando consigo la ropa de toda su familia para lavarla, y al terminar esta actividad se regresaba a su casa para continuar con sus labores cotidianas. Aunando a esto el cuidado de sus hijos. A pesar de que le toco llevar una vida muy difícil, realizando trabajos muy arduos y exhaustos no se lamenta de aquellas épocas, es imprescindible señalar que vivió la revolución cristera tiene recuerdos muy arraigados de esa época en la que su vida fue un tormento, pasando tantos sobresaltos. Explica que en una ocasión llegaron unos hombres del gobierno buscando a su esposo, se lo llevaron a Vicercio con el fin de ahorcarlo. Mientras llegaban al lugar lo iban arrastrando entre las piedras y los huisaches y dándole la opción de que escogiera el mezquite que quisiera para ahorcarlo en él. Pero sucedió algo que hizo que se retractaran y decidieron entonces dejarlo en libertad. Sin embargo ha sido conformista, siempre dispuesta a acepar la voluntad de Dios. Pasado el tiempo fue creciendo la familia y cuando sus hijas mayores estaban preparadas para ayudarle en sus actividades fue un poco más fácil, ya que Ma. Guadalupe, Rosario y Paula contribuían al quehacer de la casa y de esta forma Doña Nila pudo sobrellevar más tranquilamente su vida. En el año 1978 un poco antes del fallecimiento de su esposo, deciden trasladarse a la comunidad de San José de las Flores. Con el tiempo se le fue facilitando más la forma de vida al ir instalando en San José los nuevos servicios como la luz, el drenaje, el molino eléctrico, etc. Con el tiempo se le fue casando la familia y fueron aumentando las generaciones, en nuestros días es una familia muy numerosa, ha tenido el don de conocer hasta su quinta generación. A continuación se presenta una fotografía donde se muestran una de varias ramas de la generación que cuentan con la cuarta generación.